Victoria y Cristóbal son dos perfectos extraños que se conocen mientras ella está en su despedida de soltera, pero entre ambos no solo hay atracción sino un destino que quiere jugar con ellos.
El regreso de Cristóbal reabre la herida de su mamá, Helena, los recuerdos la atormentan no solo a ella. Los padres de Victoria, Eugenia y Ricardo, también lidian con secretos y resentimientos.
La preocupación de Helena por el encuentro de Alejandro y Cristóbal alertan a Victoria, quiere que su prometido le explique todo sobre su hermano. Cristóbal visita a su antigua novia, Lucía.
La novia camina al altar y reconoce entre los presentes al hombre del bar de Nueva York, hay sentimientos que aclarar. La fiesta se interrumpe por una pelea, pero surge una buena propuesta.
Victoria y Alejandro se van a su noche de bodas, aunque la sombra de Cristóbal se les mete en la cama. Él se fue de la fiesta con Eugenia y al regreso le dice a Helena que vino para quedarse.
Alejandro le exige a su hermano que se vaya de la casa y le pide a Victoria que vivan con su mamá. Esmeralda quiere saber si su hijo está bien, Guillermo, tío de Cristóbal, la enfrenta.