El triunfo del automóvil comenzó hace más de 100 años. Los inventores construyen vehículos cada vez más sofisticados y se convierten en jefes comerciales. Se conducen carreras, se rompen los primeros récords.
Los años treinta dan testimonio de nuevas dimensiones del desarrollo. Si los automóviles civiles adquieren formas más atrevidas, los autos de carreras se vuelven cada vez más rápidos. Los vehículos récord optimizados muestran lo que es técnicamente posible.
A finales de los años 40 y 50, las señales apuntan a un nuevo comienzo. La producción de coches pequeños y las carreras mueven a las masas. Por primera vez, un fabricante de automóviles de carreras de Maranello está dejando una huella.
La década de 1960 es colorida. Los coches pequeños siguen siendo muy populares, pero la clase media se está poniendo al día. Quienes puedan permitírselo cumplirán su sueño del primer automóvil de carretera hecho a medida con motor de carreras.
En los años 70, la crisis del petróleo desencadena un terremoto industrial. La economía y la seguridad están en primer plano. Un año después del aterrizaje en la luna, las posibilidades de la tecnología informática se utilizan para construir automóviles.
La década de 1980 se caracterizó por enormes coches de rally y la primera era turbo de la Fórmula 1 con hasta 1.200 CV. El Porsche 959 es el más rápido en la carretera, mientras que Ferrari lo sigue con el F40.