Hijos de su madre

Germán y Freddy, dos medios hermanos, se reencuentran en el funeral de alguien muy cercano. Durante la convivencia, compartirán más cosas de las que les gustaría y ya nada será igual.

Los hábitos nocturnos de la disfuncional familia de Freddy y Germán generan más de un contratiempo. Sobre todo los hábitos de Catalina, quien está siempre de fiesta.

Freddy se queda encerrado en el ascensor con Germán y una vecina agraciada y le surgen algunas inquietudes amorosas. Además, Tala sorprende a todos con su relación sentimental.

Freddy no tiene suerte en el amor y Germán le organiza una cita para ayudarlo. ¿Qué es lo que Germán tiene planeado en realidad?

Germán se aventura en unas agitadas noches de fiesta para conquistar a alguien más joven que él y Freddy lo acompaña, pero ambos descubren que ya no tienen veinte años.

Catalina toma medicamentos con alcohol y pierde la cordura. Además, la madre de Freddy le pide que camine por la cornisa del edificio. Germán conoce un poco más sobre su misterioso vecino.